miércoles, 17 de octubre de 2007

Palabrerío

Dejá de escupirme palabras masticadas. A ver si rompés los hilitos que encuadran tu enseñanza…las palabras son mejores crudas. Si es posible, regalamelas mientras todavía sangren.

… vos y tu maldita costumbre de cocinar todo…

Deja de endulzarlas con confites (porque sabes que me gusta esa palabra), me empalaga. Vos seguís amasando y tus palabras se deforman cada vez que hundís los deditos infantiles. Tan poco contenido queda que si les echo aguarrás, las tuyas son palabras que se diluyen
Palabras que se diluyen
Palabras que se…

Guardate los globos de helio, que suben y se los lleva el viento. Quiero una palabra como limón en los ojos, que queme hasta corroer mis defensas de hierro pero cartón.
La crudamente cruda crudeza de tu redundancia me aburrió.
Así que no intentes llenar un vacío inexistente.

No me abraces por la cintura como si fuese tuya.
No me digas “linda”, como lo hacía Él.

5 comentarios:

L ... dijo...

me encantó.

PD: lamento conocer eso de las palabras que no pesan más que el humo de un cigarrillo...

salutes!

GRANDES ÉXITOS dijo...

pobre pibe.

Unknown dijo...

Èl.
es jesùs?

Penelope dijo...

lau, muy buena, esa no la habia pensado..

pobre pibe? uff un mogolico de aquellos

Goma, no esta ni cerca..pero en su momento merecia una E mayúscula..

Alan Murray dijo...

Veo que te agradan los sujetos directos, guarros, que no dudan en decir las cosas que sienten y piensan. ¿Cierto?

Bueno, pues deberías lidiar con tipos como yo. Al menos deberías probar. Supongo que volverías corriendo con tu "cocinero" pensando que conocerlo fue lo mejor que te sucedió en la vida.

Pruébalo y cuéntame.

Alan Murray