martes, 13 de noviembre de 2007

Vida tecnicolor

Una nena suelta un globo rojo en una placita urbana. El globo imita el color de su vestido, el resto de la escena parece en blanco y negro. No sabe por qué, pero algo dentro de su diminuta fragilidad le indica que es hora de soltarlo. Lo mira entre confundida y asombrada. Sus pupilas persigue la burbuja plástica, como si una partecita de su ser se elevase con ella. Es una nena pequeña, pero entiende a su manera, que este es un momento crítico, uno de esos puntos cruciales en la vida. El globo carmín asciende junto con sus esperanzas y sueños prematuros, junto con aspiraciones y añoranzas.

“ Parece un confite” piensa, en trance con la esfera roja contra el cielo en escala de grises.
Empieza a sonreír, cuando de pronto escucha junto a su oreja izquierda un fuerte y seco.. ¡PAF!

Gira lentamente su cabecita para clavar la vista en un niño que reventó un chicle en sus rulitos. Furiosa, alza la mirada... y su globo ya no está.

miércoles, 31 de octubre de 2007

..?...

Cómo saber... que es real y que no. A donde va la gente, los edificios, los maletines y los trajes. Todo girando, no es el tiempo el que pasa, somos nosotros. Yendo viniendo y volviendo, siempre olvidando. Cómo saber que hacer, que decir.
¿Y por qué hay que preguntar?
¿Por qué las dudas, las contradicciones?
Sé que no soy solo yo, el ser humando en sí es una contradicción. Hay tantas cosas que callamos y se lucha tanto por esconder por ocultar que pareciera ridículo. ¿Por qué resulta tan difícil desnudarse enfrente del otro, sin barreras, sin restricciones... Si fuésemos realmente nosotros, constantemente, en el ambiente de cambio continuo, seria tan caótico? Imaginar que cualquiera puede ver lo que haces cuando estás solo, o lo que pensas en los momentos que la mente dice basta, esto es una locura. Si pudiésemos gritar todo, llorar en el contexto más inapropiado, y reír ante un te quiero. Callar a alguien con un beso, repartir abrazos a desconocidos... Hacer flores con algodón y recitar cuadros. Poder pescar sonrisas usando angustia de carnada, y
deshojar
canciones
que
flotan
entre mi almohada y la tuya.

jueves, 25 de octubre de 2007

Sobre el domingo 28

Honestamente no comprendo.

Poco se de política y sus derivados, pero menos me cabe el hecho de que haya gente que porque sabe que no hay chance de derrocar a esa grasa pelotuda, decida no votar. La pasividad me parece tan grave como la ignorancia. La falta de activismo es uno de los motivos por los cuales las cosas no cambian y está todo como está.

Estamos de acuerdo en que la única posibilidad de hacerle frente, al menos en la primera vuelta, es otro balde de ineptitud, pero antes que la K...

Este es el momento en el que hay que decidir actuar, dejar de mirar cómodamente y decir: para que carajo voy a votar si mi voto no cambia nada?

Creo que lo que tenemos que empezar a plantearnos, es que pasaría si cada una de nuestras acciones individuales se volviesen colectivas.

Mas allá del fraude electoral, de la manipulación mediática y de todas las porquerías que abundan en esta época, es de estupidéz soberana no participar al menos con un mísero voto.

Llegó la hora de tomar un vaso de conciencia colectiva.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Palabrerío

Dejá de escupirme palabras masticadas. A ver si rompés los hilitos que encuadran tu enseñanza…las palabras son mejores crudas. Si es posible, regalamelas mientras todavía sangren.

… vos y tu maldita costumbre de cocinar todo…

Deja de endulzarlas con confites (porque sabes que me gusta esa palabra), me empalaga. Vos seguís amasando y tus palabras se deforman cada vez que hundís los deditos infantiles. Tan poco contenido queda que si les echo aguarrás, las tuyas son palabras que se diluyen
Palabras que se diluyen
Palabras que se…

Guardate los globos de helio, que suben y se los lleva el viento. Quiero una palabra como limón en los ojos, que queme hasta corroer mis defensas de hierro pero cartón.
La crudamente cruda crudeza de tu redundancia me aburrió.
Así que no intentes llenar un vacío inexistente.

No me abraces por la cintura como si fuese tuya.
No me digas “linda”, como lo hacía Él.

viernes, 5 de octubre de 2007

Echó a volar sus pensamientos

Una frágil debilidad, martirio de mi soledad

Por siempre sola, por culpa mía

Un cuerpo no miente, solo te esconde la verdad

Sin saber que significaba,me perturbaba la memoria

Los recuerdos desvanecían del alma,

guardados en cajas olvidadas en el sótano de mi inspiración.






tecnica del cadaver exquisito.
Penelope y otros.

martes, 25 de septiembre de 2007

flotando

Ausencia reiterada.
Penelope regresa del paraiso al mundo real.
Que loco que lo que para mi es un lugar de ensueño para otro sea una realidad del dia a dia.
Me despido verde de envidia, verde como los cocos de la playa.

sábado, 8 de septiembre de 2007

tergopol, telgopor o tergopor?

Sonrisas de tergopol y palabras de azúcar. Todo se derrite cuando llueve en Buenos Aires. Necesito que se derrame un aguacero sobre este techo, albergue de miles, hogar de millones. El fluir del agua, el torrente de pensamientos, ideas descaradas que nacen, se multiplican y mueren como organismos unicelulares. Se deforman y diluyen en una muerte psicópata. Y mi sueño desechable, sueño de cartón, de un dormir plastificado.

Intacto, conservado. Para embalsamar una idea solo piense. No mucho, porque tienden a escaparse de la mano firme. Pero si la deja correr como arena entre los dedos, el soplador le regala un pajarito de vidrio. Así se conservan vio, las ideas sadistas en cajitas de cristal, el engaño se viste de luz, se pone su mejor tapado de besos y sale a despistar. La cajita de cristal es tocada por la luz y estalla en microdiminutos fragmentos de imaginación que se vuelven arena y polvo de estrellas, o de hadas no me acuerdo.

Pasa, como todo, regido por un tiempo convencional, una rotación de planetas que ni conocemos. ¿Por qué no medimos el tiempo en sonrisas de tergopol? ¿O en lágrimas de sal? El cinismo del segundero persigue mi mirada y anuncia soberbio el fin de una era.

La mía y la de mis contenidos irreverentes que explotan al medio día. ¿Ya es mediodía en China?
Quiero café con medialunas y ayer hubo luna llena. Tan llena como te dejan muchas medialunas.


Y café.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Broken Beyond Repair

La muñequita de trapo llegó a su límite. Se agotó el desamor la última noche de Agosto. Ya no es invierno, ya no se congela el aliento, y sin embargo siento hielo. Se acabó Santa Fe. En realidad murió todo tipo de fe. La muñequita se zambulló en la pileta del éxtasis y nadó hasta hasta hasta... esa pileta se drenó para dar lugar a la depresión-angustia. El sube y baja emocional de placita urbana detiene su moción hoy. Tengo una cita con el deber. El hambre de amor propio gritó su última estridencia...llamado de atención.

Alerta.

Estás al borde muñeca, pero no saltes. No por alguien que no saltaría por ti. Huye muchacha, cierra las grietas antes de que devengan abismos. Y yo quiero correr, y la muñequita de trapo entendió que llego la hora de enhebrar hilo y aguja y unir los pedacitos de goma espuma. Corta las lianas que condicionan tu andar. Rompe los lazos que te impiden avanzar. Pero aunque quiero estar bien lo que se movió en mii fue poderoso por demás. Más allá de él, más allá de nosotros, lo imposible me resulta desentender al humanoide que desató esto que no me creía capas de transitar.
Por eso tus palabras, su resonancia en otra frecuencia esa mañana, en otra dimensión, y mi ojo interno que observa cómo algo dentro se rompe. Es idílico, esto de tratar de plasmar, de dibujar gramaticalmente una imagen que recorre el cuerpo, un desligue del interior. La muñequita se desgarró.
Y ante la pasividad del sin sentido de tu diálogo, confieso para mis adentros que en el último mes estuve más viva que en los x años anteriores. Caminé una emoción, bailé al son de tus risas y cené más de una vez con la angustia latente empujando dudas contra el pecho.
Conviví con un tumor en la garganta y uno en la boca del estomago. Creo que su cuerpo entiende más que ella. Lo grafica de manera terrenal poniendo signos de exclamación ante su presencia, o la ausencia de su valor. La muñequita de trapo a través de sus botones no ve signos de coraje. Desertor, le dice.
De que hizo y deshizo a su antojo no te queda duda muchacha. Armó parte de tu rompecabezas y lo dejó inconcluso. Y aunque las piezas no sean exactas, y no siempre encajen como engranaje, el cuadro general es bonito. La imagen no es del todo rechazable, apela al interés.

Muñequita de trapo y otras curiosidades.

El hechizo muere junto con la luna, deja la tela y el algodón, eres real muñeca.

sábado, 25 de agosto de 2007

Gracias

Esto lo escribio una amiga, hace un tiempo ya. Fue lo mas lindo que me escribieron. Es increible como uno puede pensar que la otra persona no lo conoce y depronto esto. Con vos vivi absolutamente TODO en los ultimos 12 años. Gracias por este texto.


Flaquita, chiquita y audaz. Ella, la escorpiana de alma, bailarina de profesión y eufórica en su totalidad. Golosa de corazón, embriagada de deseo e inigualable de cualquier manera. Sí ella, la de los atuendos rescatados de otra época, la de los zapatos de colección, la del maquillaje original. La de ternura inagotable, la de llanto fácil, la de los abrazos urgentes. Si ella, la misma que puede sacarme de quicio y a la vez hacerme entrar en razón. La que simula ser invisible y sin embargo siempre esta. Ella, la negrita colgada, la de carcajada estridente, la chiqui de Junior 12. Hablamos de la misma? Sí, ella, con sus dudas existenciales, sus planteos filosóficos y sus ocurrencias peculiares. Escritora dedicada y matemática frustrada la del pelo eterno y las uñas de felino. Seguimos? La jineta de cabalgatas nocturnas, la corredora de los tubos, la futura tía Carmencita. La que saca el perdón de donde no existe, la que se banco mis peores insultos. La niña dura, ingenua, de cariño abrasante.
Esa misma, sobrellevadora, cara dura, ilimitada.
La que se llevo todos los premios manejando una moto, la que se enamoro de un polista, la que compartió el sueño de estar con el profesor. Compañera de viajes, prematura en sabiduría, apasionada de andanzas. La que me saco de aprietos mas de una vez, la que percibió mis sentimientos, la que supo como olvidar mis errores. Ella, la de diversión asegurada, miembro del delicity y esperanzada cuando ni se da cuenta. Si ella, la misma que emana amor, la de la expresión tranquila, la del carácter incontrolable. Loca por el chocolate, ambiciosa de éxito, la que tiene el triunfo asegurado. La obsesionada con las hadas, la de los chistes mas boludos, la del corazón infinito.
En fin ella, ligera de pies, hábil de manos, sonriente de satisfacción...la morocha que todos queremos pero más que nadie yo.

sábado, 18 de agosto de 2007

Happy Penelope

Página en blanco.
Veo su sonrisa en el ojo de mi mente y sonrío. Revivo el tacto de su espalda en las yemas de mis dedos, su perfume en mi almohada, el acolchado, su fantasma en mi habitación. Todo se condensa en un microsegundo de felicidad con apenas estirar los párpados y juntar pestañas. El perfume en la mirada más sutil, en el abrazo del sillón que no muere y se traduce a sus manos desarreglando mi pelo en una suave caricia. Con cariño, cargada de deseo, rodeando la cintura y acercando los cuerpos.
La media botella de vino que nos encontró en la mesada de la cocina guiñando un ojo, y vio que me dejaba llevar, que me entregaba a sus abrazos empedernidos, al fervor de sus besos que desencadenan algo que desconocía en mi, de ilusiones, de locura, de soñar despierta con encontrar sus manos una vez más. Ya no intento ver en mi cabeza como termina la película, ya no escucho mi proyector del futuro. Se degusta cada bombón de la caja como si fuese el último, para descubrir que luego no lo es, que hay más.
Penélope resucitó eso que creía muerto, el árbol de tronco hueco y hojas grises, casi inexistentes. Satisfizo el conflicto aparentemente inexorable, acalló dudas, incineró viejos tormentos. Él le hizo olvidar arcaicos pactos, acuerdos intrínsecos con ese lugarcito donde se cree que está el alma, la esencia de lo que somos. Y Penélope no comprende, no consigue arañar esa idea, la insolente que mantiene despierta su ilusión y su cuerpo cansado cuando las estrellas salen a bailar. Pero sonríe, porque como todos, disfruta de aquello que ignora.

martes, 14 de agosto de 2007

Reencuentro con Juana

El sábado me volví a encontrar con Juana. Juana la loca. Ahora con un cabello mas largo y la sonrisa mas ancha. Como hace carajo para contagiar a todos como por osmosis de su arraigado buen humor?
Carcajadas risueñas que se disipan en numerosas nubecitas de humos coloridos. Juana sujetate para no salir volando de felicidad.
Estaba burbujeante, y en su cuerpo se leía el ritmo al que bailan los corazones contentos, los corazones al viento, los corazones...
Se pierde en sus propias palabras, se enreda las manos con las de otro, y ríe. Y el mundo ríe con ella. Dibuja el secreto de su felicidad con labios que se encuentran en medio de una frase, acallando al silencio inexistente. Ya no la envidio a Juana, ahora convivimos, ahora armonizamos, nos fundimos la una con la otra, y cuando ella se hace cargo y se lleva consigo su exaltación avispada, invade la paz. Juana es la parte de mi que absorbe la energía y la disfruta, dejando al resto la sensación de después de lograrlo, esa plenitud insaciable y permanente. El éxtasis de la locura momentánea que da lugar a la calma.
El mar después de la tormenta.
El tormento de compartir un cuerpo.

domingo, 12 de agosto de 2007

Recortes de la vida post moderna

Hace unas semanas, en una de esas charlas que se dan entre dos amigos, el mío llego a la conclusión de que “la vida se reduce a eso, básicamente, formación y hobby”.
Que feo, le dije, decir que la vida se “reduce”, a lo que sea. No me gustó el uso de esta palabra, su resonancia, y de que tan pequeña e insignificante se veía mi corta existencia. Me explicó su necesidad de empezar a recortar, reciclar y reducir para mantener la cordura y una vida mas prolija.
Me opongo.
Me opongo a la prolijidad, los trunques y las mutilaciones a los sobrantes. Es todo necesario, es todo complementario. No hay nada que reste, todo suma al fin y al cabo. Aunque sea para bien o para mal.

lunes, 6 de agosto de 2007

Mentiras bis

Que loco...que lo último que publiqué fuese un texto sobre mentiras y ahora me siento a escribir sobre las tuyas. No se si vale la pena, pero viste que dicen que eso de la catarsis libera un poco...vaya uno a saber. El hecho es que acá me encuentro frente al monitor porque no encuentro puto consuelo en otro lugar. Lo peor es que no es ira hacia vos, hacia la mediocridad de tus actos, hacia tus contradicciones. Es hacia mi. Hacia mi reacción. Poco suponía que una acción semejante me fuese a afectar tanto. Yo que me había armado una especie de burbujita protectora contra la entrega y sus daños colaterales, y llegaste vos con tus antifaces y patines a pincharla. Y ahí nomás, cuando decido que “OH! si, tal vez me puedo enganchar”, la caída.
Pobre ilusa.
Es que no estoy acostumbrada a esta angustia, este nudo en la boca del estomago y tu constante presencia en mis pensamientos que se niega a dejarme en paz.


pd: Perdon por la falta de poesia no? pero ahora es lo mas real que tengo. En 5 tal vez ya no...

viernes, 3 de agosto de 2007

Mitomanear (o mitomaniar)

Te invito a que reflexionemos sobre el arte de mentir. Por lo que veo últimamente se ha convertido en un oficio. Esa gente que teje telarañas de falsedades interconectadas con tanta destreza, que uno como un pelotudo se lo come como galletita. Veo gente que lo toma como un desafío. Poder envolver a alguien con tanta convicción que finalmente creen lo que en realidad es una montaña de boludeces, les da una sensación de complacencia y superioridad intelectual. Para otros el hecho de inventar vale como un escape a su realidad.
- Mi vida es una mierda, no tengo por qué lidiar con todo esto. ¿Cómo me las ingenio para salir de esta? Uuuu ya se, me imagino algo mucho mejor (o al menos normal) al punto de creérmelo. Y bueno, si la cuento bien, ¿Quién se va a dar cuenta?
No querido, no funciona así. Es todo una tramoya a nivel inconsciente.

Después claro, están las mentiritas blancas. Esas que se dicen pensando que no se lastima a nadie. O incluso que se contribuye a un bien común.
- Señora, lamento muchísimo su pérdida. Su esposo era un hombre de bien, y lo fue hasta el final. Atento, cariñoso, honesto era Mario. Debería estar usted orgullosa.
(Y claro, que le voy a decir la verdad ahora a la vieja, que el tipo ya pasó a mejor vida. ¿Sabes qué? Atento era con el resto de las minas, que desde que se casó con vos no paró de comer gatos. ¿Alguna vez le preguntó, señora, qué hacía exactamente su “empresa”? Y ni hablar de que en el último tiempo, Mario por las noches era Marta.)

Y para concluir, las mentiras de utilidad para salvar nuestro propio pellejo (o escapar a situaciones indeseables).
- Si, mire, cof cof, no me estoy cof cof sintiendo muy bien. Cooofff ejem ejem. No creo que pueda cof cof ir hoy a trabajar.
- Yo también tengo ganas de verte, enserio. Pero hoy justo no puedo. Mi jefe hace un fiesta y es la mejor ocasión para hablarle de ese puesto que quiero. Vos sabes como funcionan esas cosas. Es un garrón, pero no me queda otra... Otra vez será.

Si, claro.

domingo, 29 de julio de 2007

Noches de Abril

Un café frió sigue esperando en esa mesa de la confitería de Córdoba y Serrano. Sí, sí, esa, la chiquita y poco concurrida en la que anidan los personajes del tradicional Buenos Aires. El habitué nr. 1 es uno de los tigres viejos y galantes que se mantienen fieles al whisky en las rocas y los cubanos. Que escuchan a Gardel y saborean filmes de Chaplin. Manos grandes, un primer botón deshecho y el brillo autocomplaciente de intimidación seudo intelectual.
Josefina llora, porque perdió un amor una noche de Abril. Se la pasa mendigando su amor y su noche, buscando entre el olvido los vestigios de un vestido de satén rasgado, azul y con puntilla. Abril ríe victoriosa.

- Reintégreme mi desamor, don Juan Carlos, si lo encuentra le regalo un tango.

Los tangos no se regalan Josefina, entiéndalo. Es un préstamo. Le presto mi corazón para que baile con él, pero después devuélvalo porque se viene la segunda tanda y el tango no espera.





Escribo estas mierdas porque no estás y te extraño.

sábado, 21 de julio de 2007

Algo de Chaco

El comienzo del nuevo día lo marcan los primeros rayos tímidos de mañana de julio en el descampado. Se derrite en cámara lenta la escarcha, hija de la helada de anoche. El despertador desincronizado canta a las nueve en vez de a las cinco, y su pareja cacarea indiferente.
Un camino. Kilómetro tras kilómetro de tierra que converge y desaparece en un punto lejano y final. Quietito y semicongelado, el algodón de los campos se dobla pero no se quiebra, inundando las hectáreas como maíz inflado gigante. Acá, donde una tonelada de este oro blanco equivale a 400 pesos o menos, no llueve hace nueve meses. Los pozos se secan, las cosechas marchitan y el ganado muere. La única fuente de agua potable es la escuelita rural a la que asisten los niños que viven en un radio de 20 km de la misma. A caballo o en bicicleta los más lujosos y a pie los demás, los chicos no van a la escuela atravesando el campo en alpargatas y con 2 grados, solamente por el deseo de aprender. Acá comen, 3 veces por semana. Y no más. Porque mientras en el interior los hijos de la patria mueren de hambre y frío, Kristina compra tapados en Channel.

lunes, 16 de julio de 2007

Apologia de dolores.


Dolores sonrió. 2 Meses hacía ya que sus músculos habían olvidado la contracción que dibujan los labios al sonreír. No era felicidad sin embargo. Mustia, como algo que se desintegra. Algo...
Medio percudido el recuerdo de un amor desnutrido crispó los pelos desnudos de la nuca. El escalofrío que trepa por la columna, paralizando las vértebras hasta la inutilidad.
Camina sola por Malabia, se cura con el aire Palerminiano que le resulta terapéutico.
Frenó, aceptó la amargura como un accesorio más, tragó con dificultad y escrutando los alrededores para asegurarse de evitar testigos incriminadores, esbozó esa primera sonrisa desfalleciente con un poco de dolor. El tipo de dolor por falta de costumbre, por olvido.
Es de esas personas que le hacen a uno mirar hacia el otro lado Dolores, aunque no se comprenda del todo por qué. Su propia disconformidad induce una confianza soberbia que incomoda a quienes no entiende.
De todos modos, ese sábado Dolores entendió. Que el amor no siempre es de a dos, y que de vez en cuando encuentra la forma de quebrar ilusiones. Sonrió como quien comprende, y encuentra eso que se halla solo cuando no se busca. Dejó que el malestar invada cada fibra de su ser, que conviva. Le hizo un lugarcito en su cuerpo a la amargura, al gustito de la urgencia que no responde.
Y Dolores sonrió mientras la lágrima de julio se congelaba junto con su corazón marchito.

martes, 3 de julio de 2007

Este mensaje se autodestruirá en:
5,
4,
3,
2,
1...

miércoles, 27 de junio de 2007

Carta de Rosa a Gabriel

Gabriel:

Puedo imaginar su sorpresa cuando el sábado por la mañana busque el correo acumulado (como solía hacer) y encuentre el hermético contenedor de mi catarsis. Puedo ver su ceño fruncido, mientras rasga descuidadamente el papel que yo con tanta estrategia elegí, rompiendo incluso el borde del papel escrito. Sé que pasaron años, Gabriel, pero necesitaba indagar en el inconsciente de los recuerdos, para tratar al menos de encontrar el motivo de mi disconformidad. Hace 7 años que lo conocí, Gabriel. Hace 6 años y 2 meses que no río. Debe saberlo, usted arruinó mi vida. Claro que decir “mi vida” sería demasiado terrible, pero los últimos 7 años han sido un verdadero infierno. Debo explicárselo, porque debo continuar. Es cierta la cantidad de sufrimiento que una persona puede tolerar. Si quiere, le presto un vasito para que mida la mía. No es mucha.

Sus cartas las tengo, Gabriel. Guardé todos sus pedidos, aunque no lo crea, lo cual supongo es derivación de esperar una respuesta ausente. No responda. Puede cerciorarse de que no es en sus palabras que busco consuelo. Es en las mías. Me es imprescindible olvidarlo a usted y a su juego. Su caballerosidad innata. Su pendiente gentileza. Libéreme Gabriel, salga de mi cabeza y de mi vida de una buena vez. Ayúdeme a olvidar Colombia. Su Colombia.
Gabo, esfúmese. Vuélvase un fantasma y una mera evocación surrealista de una vida pasada.


Imagino su desconcierto, imagino su lágrima corriendo la añoranza de mi tinta.



PD.: Omito el “Querido” porque sostengo fielmente que no lo merece.

lunes, 25 de junio de 2007

Salón Canning

Esta era la noche que estaba buscando para poder plasmar en algunas palabras, aunque raramente se acerquen a la verdadera esencia de lo real. Están en la olvidada copa de vino medio llena (o medio vacía, dependiendo de la franja horaria) que alguien visita entre tanda y tanda cuando corta un vals y suenan los Beatles.
Arranca una milonga y cabeceada de por medio, ambos a la pista. Aclaración: Cuando uno va por primera vez a una milonga, y no lo conocen, bailar no es tarea fácil. Hay ciertas formalidades y hasta prejuicios que en este mundito del arrabal son bastante difíciles de obviar. Si no sos habitué, como mínimo requerimiento te tienen que ver sacudiendo la pista antes de profesar una invitación.
Este personaje, que no era un Carlos ni un José Luis, me abrumó con ocurrencias sobre la filosofía del tango.
- Es que es así, te agarra la tangomanía y cagasste.
Me explicó que en este baile somos todos enchufes y tomas de corriente.
- ¿Vos, 120, 220, 240...? (Porque ahora en cuanto a voltios hay de todo)
- No no, yo vengo para 330.
- Ah, en ese caso buena suerte y hasta luego.
Y así nomacito como dijo Calamaro cada uno sigue su búsqueda. De vez en cuando uno se encuentra con un adaptador universal, pero de esos hay pocos y al final no terminan por definirse. Definitivamente nos encontramos, y nuestra relación enchufe-toma originó la corriente eléctrica que duró esa brevedad que tienen las tandas cuando se disfrutan.
- Fue de a dos eh,-me decía él- que esto es un trabajo de equipo mi estimadísima.

Entonces sí, elocuente compañero.
Mi nombre es Penélope y soy tangómana.

sábado, 23 de junio de 2007

Primera impresión

Supongamos que las luces no son bajas, y el tango no es melancolía. Supongamos que Soñar y nada más no flota por los rincones de un piso de Corrientes, escurriéndose por entre los tablones de madera, los discos de vinilo y una pareja expectante. Entonces yo no sería yo y tampoco te hubiese encontrado, aunque no sepa quien sos.
Ella llegó sin más curiosidad que la de flotar unos tangos y conocer un lugar nuevo. Era de esos ambientes que aunque sea una visita virgen se augura la sensación de casa propia, o meramente conocida. Se cambió una vez, dos, tres. Y así como el que baila y mira y baila, te vi. ¿La viste? Ella se aseguró de que estaba ahí, envuelta en tradición y cultura, e hizo certera tu presencia en ese ambiente, aunque no cuadrase. “Ya habrá tiempo para los por qué(s), cómo(s) y etcéteras.” Fuese flirteo (me tomo la libertad del americanismo) o amabilidad, mate que viene mate que va. Yo, él, vos y ella.
Amaga, ocho, gira y engancha. Vos, él. Yo, ella. ¿Nosotros?

viernes, 22 de junio de 2007

No te saca de quicio esa gente a la que todo le sale bien?

La semana pasada caminando por Malabia me encontré con Juana. Ella caminaba con ese aire de complacencia que tanto envidio. Cómo puede ser che, yo le pongo todas las ganas y la que gana es Juana. Me contó risueña de todas esas banalidades que por más mínimas todos indefectiblemente anhelamos.
Y vos? Cómo estás?
Yyyy mirá...
. El puto electricista ésta semi-viviendo en mi cocina.
. El auto se encuentra momentáneamente fuera de servicio.
. Me llamaron de la AFIP (autoexplanatorio).

Pero bueeeeno - me dice Juana – todo eso se soluciona pronto.

Si, Juani, pero mientras es un dolor de huevos (ovarios, mejor dicho).

lunes, 18 de junio de 2007

Ni aunque el dia Osvaldo fuese una realidad


Un Sábado me sucedió eso que es bien característico de los Sábados. Son esas cosas que uno no se imagina que le pasen un Jueves, y un Martes resulta bastante improbable. Los viernes claro tienen esa impermeabilidad aparente que los hace invulnerables, los lunes...bueno, los Lunes son Lunes. ¿Miércoles? No me pregunten, pero los Miércoles tienen ese no se qué. Por ende si restamos Domingo, nos queda Sábado. Conste aclarar que no es una casualidad que las eliminatorias resulten en este día tan particular. No es casual, es causal. En fin, la definitiva es que lo sucedido se plantea un Sábado porque le corresponde.
Es cubierta pinchada, es fútbol de Domingo, es práctica de galpón lo que hicieron a este Sábado tan particularmente mío. Y tuyo. Fue mi infortunio, me dijeron después, lo que llevo a la breve conexión, suficiente para (sentir) la chispa del cable pelado cuando hace cortocircuito e irrumpe en la moción. Fueron los azules melancólicos y los rojos nostálgicos de envoltura celofán. De las luces. De las sombras.


Fue el mate y el tango, aunque no bailemos.

Pasos para enamorarse: ellas

Aclaración:
Esta formula fue testeada por especialistas en la materia y se certifica su efectividad en el 97.5% de los casos.

Asegúrese de estar completamente predispuesta a caer peligrosamente en le pozo de las nostalgias, pues el proceso asegura que usted se enamorará, pero esto no implica que su amor será correspondido y usted no acabará más miserablemente angustiada que antes. Si pese a las advertencias busca algo más que el conveniente conformismo diario, la invitamos a que proceda con la lectura.

En primer lugar, sepa usted que el amor no discierne. No hace falta tener ya una marca en la mira para poder completar el curso acelerado. Nosotras las mujeres tenemos ese don para echar el ojo indiscriminadamente, de modo que encontrar un candidato no será drama.


Descúbralo en ese bar de San Telmo, el que tiene las luces bajas y en una vieja rocola suena Pugliese porque un alma perdida puso una moneda. Entre, y salga del frío como si este bar fuese el último refugio de las tardes invernales de junio. Su corazón tiene que saltar por una milésima de segundo, si no, no es el indicado. Probablemente sienta un leve temblor en las rodillas. Todas estas son buenas señales.

Debe elegir estratégicamente la mesa, y sentarse de modo que se interponga inevitablemente en el camino se su mirada. Tiene permitida la confianza del cigarrillo. Puede refugiarse en su libro no más de 15 minutos, aunque el hecho de no estar haciendo algo en particular la incomode. Es clave dejarse llevar por el momento para recuperar la convicción y adueñarse de sí misma. Vale recalcar que se hace hincapié en usted, puesto que esto es para que usted se enamore, no él.

Deje a su imaginación disparar en el sentido que la mente lo disponga, no controle. Acoja la tarde en el río, la caminata por Palermo o el sexo en el baño de ese mismo bar. Permítase tejer historias que se destejen por las noches.

Finalmente, con una suave inclinación de la cabeza, acepte el trago que le envía el caballero.

miércoles, 13 de junio de 2007

Burbuja de corta duración



Ella se despertó ese domingo con una sensación un poco diferente. Vale recalcar que este no era un domingo como cualquiera, era un poco diferente. Este domingo no anunciaba el comienzo con la estrepitosa angustia del final. No incitaba el cumplimiento de plazos imposibles, ni el fútbol de las cinco que se auto proclama dueño de estas tardes.
Esta vez, el domingo era atemporal. Como un jueves, un martes o un sábado. Este Domingo de Abril ella se despertó a su lado y no se tenia que ir. Entro en pánico, porque no había escapatoria, eran solo ellos dos. Pero lo asimiló como la posibilidad de algo positivo y se levanto sin despertarlo. El desayuno golpeó la puerta a eso de las 10 y ella preparó su primera taza de café de filtro (acostumbrada siempre al instantáneo o de confitería).

A esto le hecho agua y ya? Ahh no, ahí están los filtros, claro.

La taza se la llevó al balconcito de su primer departamento, ese con cortinas bordeaux en vez de blancas y un hombre en el cuarto principal en lugar de su acomodada soledad. El sol calentaba sus primeros días de otoño para ellos, mientras que en la ciudad las nubes escurrían su ira sobre edificios y calles, autos y corazones.
El olor al café recién hecho, el cigarrillo en la mano izquierda, empapados de sol mañanero y brisa de Abril. Una impresión en la piel de auto dominio, la satisfacción de sentirse completamente dueña de sí misma y de nadie más, sin tampoco pertenecer. Y con esa mueca que disfraza una sonrisa, le llevó la bandeja hasta la cama y lo despertó de a poco, con un beso en la mejilla.
Ella, que nunca supo si amó a un hombre tanto como a una tarde lluviosa, o un café en Palermo viejo, que disfruta de las tardes en el rió o en algún banco de plaza con el último ejemplar de Cortazar. Ahora se veía compartiendo una cama, una sonrisa y una emoción. De piernas que se encuentran por debajo de la mesa y las sábanas, de visitas inesperadas y besos públicos... De novedad y esa emoción que sienten los niños con cada regalo de Navidad.
Él se recomponía, juntaba los pedacitos de un corazón roto cuando la encontró. Ya se conocían, como muchos, pero se encontraron el uno al otro una mañana de Abril. Ella no solo lo encontró a él, sino que se encontró a sí misma
Entre el café,
Entre las almohadas compartidas
la arena fría del otoño
y el mar en el que se animó a chapotear como una infante.

Entre los bosques y las calles de tierra caminó, al tiempo que respiraba mañana de esa manera que colma el pecho. Una mañana que se absorbe por los poros y agudiza los sentidos. Mañana que grita de libertad, mañana que calla de serenidad. Mañana que da paz, y energiza los músculos y el alma.

Mañana que ella compartió con él.

martes, 12 de junio de 2007

Clockwork (not orange)

Judgmental looks scream out her sins. She listens attentive, under excruciating pain. The turpentine-like stream of thoughts avoiding any backflow of reason in her mind keeps her sane. At least for a while.
A chill disappearing down her spine makes the entire body ache. The unstoppable sensation of cold grinds the very essence of newly numbed limbs. Like a permanent void spreading roots within the inside, the contrast results irreverent with the warmth of gently sloping tears. Yet no sensation in the skin. Dulled, going to waste…the gradually fading colors of a once fire-lightened life finished slipping away during a fresh, mid-spring evening.
She stops.
The clockwork inside begins disintegration. The mechanism starts to fail, the turning parts of machinery that used to fit one over the other, now disrupt the motion.
Something breaks.
Confusion in the system terminates in a short-circuit. The cables unpeel, exposing loose ends. Connections start failing until a buzzing sound announces the nearness of the end. With a last conquering spark,
The organization collapses.

Gracias a Borges

Después de un tiempo, uno aprende la sutil
diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma,
y que una compañía no significa seguridad,
y uno empieza a aprender...

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende. Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar lo hace cualquiera, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. Con el tiempo te das cuenta de que, en realidad, lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene sentido. Pero desafortunadamente, solo con el tiempo.....

Traición al idioma

You know, at the end of the day, that it all comes down to us against them.
What THEY want, what is right or wrong in THEIR eyes.
And I end up prancing up and down my 4 by 4 room, bare feet… so iconically you.
Is it us or is it them?
And why the cliché epical struggle?
Too many questions, very few answers…And every time a question is answered, new ones are born, like never-ending-words.
Stop looking and you’ll find
Stop chasing and you’ll catch
Stop wondering, and you will understand.

If you never sleep you will never wake up, therefore you’ll never see the manufactured illusions of this broken world and find the courage to dream.
Dream.
Dreams of colored rainbows and purple skies,
where marshmallows are cheaper by the dozen
and Willy Wonka never dies.

But they say no.
For them, fantasy gives reality a bad name.

In any case, I think the question here would be…

WHO THE FUCK IS THEM?!

lunes, 11 de junio de 2007

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves n
o te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo


pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces

no te quedes conmigo.







Mario Benedetti

Duo Dinamita

Razón y Sin Sentido dan vueltas y vueltas adentro del cuarto. Encerrados, la fuerte posibilidad de un enfrentamiento se torna inminente.

Sin Sentido camina histérico por las paredes mientras que Razón intenta pensar sentadita. Pero Sin Sentido se acelera más y más y comienza a poner nerviosa a la serena Razón.
Ahora Sin Sentido corre y corre, cada vez más veloz. Su exaltación lo lleva a lanzar un grito decrépito que termina por corromper a la correcta Razón. Y mientras Sin sentido corre a la velocidad de la luz, un impulso frenético hace que Razón se pare. Y ahí, en ese instante, se produce el choque.

Un estallido es precedido por una segadora secuencia de luces en technicolor. Miles de minúsculas chispas saltan y se escapan asustadas de la fusión.
Una sensación de plenitud y paz absoluta invade cada fibra de mi tembloroso cuerpo. Y ahí nace

La razón del sin sentido

La causa de la locura

El motivo de la demencia
(Al menos de la mia?)





Vos.

Escena



Un longboard y una 7 pies acompañan la expedición en búsqueda de olas por al costa. Mediados de Abril, y sin embargo el sol escolta el auto sin techo como si fuese Enero. En busca del mar perfecto para correr, a cada playa le encontramos un defecto imposible de ignorar, hasta que damos con una que nos copa. Pero claro, el inside está plagado de locales y el derecho de piso nos va a cachetear. Así que seguimos.
Metro a metro y minuto a minuto nos alejamos del punto de partida y nos desprendemos de la idea de correr olas. El horizonte ríe burlón.
Encontramos nuestra playa.
Dejamos el transporte y las tablas al cuidado de un señor con chaleco fluorescente y empezamos a bajar los escalones de madera que desembocan en la arena.
Sagrado es el momento en el que me saco las ojotas y mis pies desnudos atraviesan los pedacitos de roca molida que inundan el escenario.
Mientras que disfruto del panorama y absorbo cada poquito de infinidad, la primera se desviste y sin consulta previa se zambulle en el Atlántico. Yo me asiento y doy un giro muy lento de 360 para adaptarme a la esencia del paisaje. Que tanto estoy dudando? De un impulso dejo mi ropa de lado y corro hacia la orilla pero sin dejar que el agua me alcance. Miro mis pies y me dirijo a toda velocidad hacia el mar. Salto luchando contra la densidad que me impide el paso a medida que me adentro más y más. 1, 2, 3! Todo mi cuerpo se sumerge ante la primera ola. Mientas me mantengo bajo la superficie una corriente helada azota contra mi piel y me obliga a emerger y respirar. Abro los ojos y no puedo pensar, esa sensación de incontables alfileres. Me paso un rato nadando hasta que de a poco empiezo a conectar.
El frió ya no es frió, y todo lo que se siente es Paz.
Floto de espaldas al tiempo que el sol se esconde atrás de unas palmeras solitarias, tan bajo y tan naranja que ya no proyecta luz sobre el mar y este se vuelve una masa oscura y uniforme, y ya casi ni se distinguen las ondulaciones. La mente se ajusta. Cada uno de mis miembros se relaja y me entrego ciegamente al ritmo del mar. Por unos 20 segundos no existe nada más y me siento como pocas veces. Libre. Completa, e indiscutiblemente feliz. Pero esos breves instantes de presencia conciente absoluta no duran.
La espuma juega con mis tobillos mientras camino por la orilla.
No siento frío.
No siento nada
Y siento todo.
Me muevo en una suerte de trance y estado de estupefacción. La idea de lo ocurrido, de la conexión entre ese lugar donde creemos que está nuestra esencia y lo que rodea me calla siquiera antes de articular palabra
Envuelta en una toalla que carece de sentido camino hacia los escalones de madera.
La escena se apaga por completo y en su lugar una luna color azafrán anticipa el comienzo del segundo acto...