La semana pasada caminando por Malabia me encontré con Juana. Ella caminaba con ese aire de complacencia que tanto envidio. Cómo puede ser che, yo le pongo todas las ganas y la que gana es Juana. Me contó risueña de todas esas banalidades que por más mínimas todos indefectiblemente anhelamos.
Y vos? Cómo estás?
Yyyy mirá...
. El puto electricista ésta semi-viviendo en mi cocina.
. El auto se encuentra momentáneamente fuera de servicio.
. Me llamaron de la AFIP (autoexplanatorio).
Pero bueeeeno - me dice Juana – todo eso se soluciona pronto.
Si, Juani, pero mientras es un dolor de huevos (ovarios, mejor dicho).
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1 comentario:
(Dejo de ser dios por un ratito). A ustedes no hay pronga q les venga bien.
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